RB Linense 0-0 FC Cartagena

El FC Cartagena no pudo pasar del empate ante el RB Linense, por lo que la carrera por el título de campeón del Grupo IV de Segunda División B se decidirá en la última jornada. En ésta, el bloque albinegro necesitará ganar o empatar en su campo ante el Écija, que se ha metido en un auténtico lío ahora, ocupando el puesto de play off por la permanencia.
Los albinegros necesitaban una victoria para salir campeones del Municipal de La Línea de la Concepción, pero ofrecieron una imagen gris, demasiado contenida para lo que podían haber logrado antes del partido del domingo próximo. Contaban en contra que el RB Linense necesitaba los tres puntos para salir de los puestos de peligro y de ahí que el empuje de los gaditanos fuera la nota predominante durante los noventa minutos de partido.
El bloque local fue más incisivo y tuvo el peso del partido, pero sus ocasiones fueron más bien escasas. Eso sí, gozaron de muchas aproximaciones al área de Pau Torres, con un Stoichkov que llevaba peligro en cada acercamiento. El propio delantero sevillano tuvo una gran oportunidad en la segunda parte pero desperdició la ocasión, al igual que le sucedía a Aketxe, quien en el segundo tiempo, a solo cinco minutos del final, tuvo un clarísimo mano a mano con Javi Montoya, pero no supo resolver acertadamente y el balón se marchó a línea de fondo.
El Linense puso al Cartagena en su campo nada más saltar al terreno de juego en los primeros compases del partido. Eran los de Pedro Sánchez de la Nieta los que tomaban las riendas del partido al apretar en la salida, anticiparse con velocidad y buscar a su boya arriba, Wilson Cuero.
Por contra, el equipo dirigido por Monteagudo, que decidió utilizar a tres jugadores en medio campo para tener más el balón, dedicaba todas sus fuerzas a dar el pelotazo hacia arriba, sin más, buscando quizá una segunda opción que pudiera aprovechar Rubén Cruz. El bloque albinegro apenas tocaba más de dos o tres veces seguidas el esférico. Le quemaba en los pies y no quería tenerlo nunca cerca de su área. De ahí que en la primera parte del encuentro el bloque albinegro no tuviera ni un solo acercamiento peligroso al área local.
Parecía claro que si el Linense iba a tomar las riendas del partido lo mejor era evitar ocasiones claras de peligro en contra y con el paso de los minutos ir creciendo como consecuencia de la ansiedad local. Esperaban que esta necesidad imperiosa por ganar les llevara a desgastarse para poder cogerles en alguna contra en la segunda parte.
El Linense, si bien lo intentaba con un Stoichkov que fue el jugador más activo de su equipo, tampoco tenía demasiadas oportunidades para poner en aprietos a Pau Torres. Un disparo de Gato en el minuto 29 de partido, con parada del portero tras echar rodilla en tierra, fue lo único a destacar del bloque linense.
En los albinegros el trabajo era más defensivo, de apoyos en las coberturas y pelotazos evitando el peligro que cualquier otra opción de hacer daño en el área local.
Ni un disparo a puerta se produjo en la primera parte del encuentro por parte de los pupilos entrenados por Alberto Monteagudo en lo que supuso una de las aportaciones ofensivas más escasas de los encuentros que ha tenido que dirimir este Cartagena a domicilio en la segunda vuelta de la competición.
El Linense sabía que estaba jugando con fuego y andaba muy pendiente de lo que pasaba en otros campos, sobre todo en el del Écija, donde los sevillanos y el Jumilla se enfrentaban en un duelo casi definitivo para saber quién ocupará plaza de descenso.
El paso por los vestuarios no mejoró la situación para un Cartagena que esperaba el bajón físico de los locales para tomar más presencia en campo rival. Sin embargo, mientras el RB Linense lo intentaba con sus recursos, el bloque albinegro seguía defendiéndose bien, con relativa facilidad ante las llegadas del oponente, pero sin una pizca de vocación cuando el balón pasaba de su medio campo.
Fue Stoichkov el primero que lo intentó en el minuto 49 con un disparo que se marchó fuera de la portería defendida por Pau Torres.
Solo cinco minutos más tarde gozó de la ocasión más clara para su equipo. Un balón centrado al área era mal despejado por Óscar Ramírez. El delantero del Linense se adelantó a los defensores para recoger el esférico y casi desde el punto de penalti pegar fuerte al balón, pero mal colocado porque el esférico se marchó alto cuando tenía toda la portería para él.
La primera aproximación de los de Cartagena se produjo a la hora de partido. Una combinación desde la derecha con balón centrado por Gaspar que no lleva destinatario y el portero atajó sin peligro.
En el minuto 65 fue Chavero, ayer en un papel muy secundario, el que disparó desde fuera del área pero la pelota se marchaba fuera.
El Linense reaccionó muy pronto. Entre los minutos 66 y 67 lo intentaron los locales con un saque de esquina que Moisés tuvo que sacar casi bajo palos y un chut de José Ramón a pase de Stoichkov que se marchaba demasiado cruzado. El bloque gaditano empujaba y el Cartagena seguía impertérrito, falto de recursos, salida, empuje o ganas por marcar.
El técnico albinegro puso en el terreno de juego a los tres jugadores que tenía planificado sacar. Primero fue Owusu quien iba a tratar de sacar partido a su velocidad para desbordar y encarar. Luego fueron Aketxe y Moussa quienes saltaron al terreno de juego del Municipal de La Línea.
Aunque si bien es cierto que el partido ya no era como antes y que el equipo cartagenerista tenía más tiempo el control del balón, eran escasísimas sus llegadas.
Pero en el minuto 80 un pase interior hacia Aketxe pudo suponer un campeonato. El jugador vasco se desmarcó perfectamente y encaró al portero local. Quizá esperó demasiado para decidir qué hacer con el balón, si cruzar al palo largo, rematar con fuerza o esperar para picar. Lo cierto es que la falta de decisión provocó que el cancerbero tapara todos los ángulos posibles y Aketxe remató mal, al cuerpo de Javi Montoya, que entonces mandó el balón a línea de fondo.
En estos diez últimos minutos para el final todo parecía ya más que decidido. El Linense quería guardar ese punto y tratar de evitar cualquier despiste y el Cartagena había demostrado su incapacidad para solventar el partido, quizá abrumado por el empuje de un Linense más acuciado que ellos, pero lo cierto es que ahora deberán aguardar una semana para ver si son capaces de arreglar el título en su campo.
Les queda una dura jornada, ya que el Écija llega al Cartagonova en la decimosexta posición, con 44 puntos, a uno del descenso y empatado con el Jumilla, que está fuera de los puestos que lo mandan a Tercera. El equipo sevillano necesita ganar, lo mismo que un Cartagena que aunque con un punto le bastaría, no podrá salir a especular con el resultado si no se quiere llevar una mala noticia en su última jornada de Liga.

El Marbella, ahora a tres puntos, esperará la visita del Villanovense. La única opción de los extremeños de entrar en playoff en la última jornada es ganando al Marbella y esperar la derrota de Melilla y Extremadura.
La Opinión

No hay comentarios:

Publicar un comentario